Cuando Malenta tenía 20 años, soñaba un futuro con su novio de toda la vida que había conocido en el pueblo en donde nacieron y que ahora vivía con ella en Buenos Aires. Pero un día de invierno todos esos proyectos se derrumbaron: encontró a su pareja intoxicada con monóxido de carbono en el piso, y descubrió que la amiga que la consoló era la misma que mantenía un vínculo paralelo con él.
No te pierdas este culebrón contado por Gisele Sosau Dias en Vuelta y Media.