En un homenaje a «La visita», jugamos a adivinar la llegada de Julián Weich y charlamos con él sobre su carrera, sus hijos y sobre su filosofía de vida.
«Ya no distingo el aire del no aire. Estoy al aire siempre. Tengo como si fuera un modo de ser frente a cámara que es prácticamente igual al que tengo cuando estoy fuera de cámara».
«Soy feliz. Hace siete años logré un estado de paz que pensé que no existía».
«Nunca me llamaron para la política», confesó. «La inversión es en la educación, 100%. Hay un montón de modelos que funcionan en otro lado, hay que replicarlos».
«Es egoísta ser solidario. A mí me hace bien, me digan ‘gracias’ o no me lo digan».
«No me enojo por nada. Me pueden decir la barbaridad más grande del mundo que no me enoja. Fue un proceso, un buscar estar bien. No aguanté estar tanto tiempo mal. No puede ser que yo tenga todo para estar bien y estoy mal».
«A veces nos alejamos de lo que parece lo más fácil, que es hacer lo que sentimos».
«Antes la tele ocupaba un lugar mucho más importante en la vida de la gente, era una persona más».