Leiva, cantante español, visitó Todo Pasa para reflexionar sobre su carrera en la música y presentar su show el 29 de noviembre en el Estadio Obras: «Vengo remándola hace muchos años aquí, teloneando para bandas, y ahora me toca a mí».
«Tengo un lugar en la música muy privilegiado, disfruto de mis amigos. Ya hice un Luna Park, ahora haré un Obras. No estoy estresado pensando en el Movistar Arena, estoy pensando en el asado de mañana».
«La ambición es un combustible esencial, y después las cosas se tienen que dar de manera orgánica. He tenido mucha suerte en mi vida, y siento que la suerte ha tenido más ingerencia en mi vida que mi talento».
Sobre su último disco, Gigante, afirmó: «Me va bien desde pequeño, pero este álbum, que es el décimo terecro, es el mejor de toda mi carrera». Y agregó entre risas: «Cobrar por tocar y que te aplaudan es absurdo, en algún momento lo van a prohibir».
También habló de su amistad con Joaquín Sabina: «Estoy viviendo el fin de su carrera muy de cerca porque estamos escribiendo un disco nuevo juntos. (…) No hay nada de solemnidad, hay sentido del humor, vértigo. Lo está viviendo de una manera muy natural y lo está asumiendo con mucha deportividad. Es un ciclo lógico».
«Sabina es como Riquelme en el campo, pero escribiendo. Tiene en su mente registradas todas las rimas. (…) Lo que me gusta de él es que todo lo tiene gobernado por el sentido del humor y asume sus propias limitaciones».
«Gustavo Cerati tenía todo, era un animal en todo sentido. Pero de esos hay uno cada 30 años».