Pablo Levinton, más conocido como «Un Topo por el Mundo«, es docente de Economía y creador de contenido que documenta viajes por países y lugares no tan explorados por el turismo. En su vista a Vuelta y Media, habló de su show «Lo que no puedo contar en los videos de YouTube», que presenta el 30 de agosto en Mar del Plata, y de sus miles de anécdotas en viajes.
«Empecé medio por error. Me fui a estudiar una maestría a China y un amigo me empezó a decir por qué no subía videos de la vida allá. Mis primeros videos consitían en una narración mía, parecía un video con efectos de fiesta de quince, hasta que llegó la pandemia y empezarona llamarme de todos los medios».
«Fui a Annobón, que solía ser parte del virreinato del Río de la Plata (…). Estuve una semana sin internet. Estaba solo y encima bastante hostigado. Me dijeron que la gente que hablaba conmigo era interrogada al día siguiente».
«La gente dice ‘qué difícil viajar solo’. Al revés, pienso, qué difícil es viajar con gente, más cuando es por trabajo». «Creo que soy el único extranjero que hizo el tren transiberiano entero. Estuve una semana arriba del tren».
«Hace mucho no voy a un lugar y no grabo contenido».
«La mayoría de mis ingresos vienen de YouTube. Más o menos mil visualizaciones son un dólar».
«No diría que no tengo jefe. Mi jefe son mis 300 mil seguidores. (…) Mi vieja me revisa los viajes y a veces me censura cosas».
«Tenía el teléfono de Charly. Le corroboré el oído absoluto. Atendía Charly el teléfono, era una locura».