Recibimos a Roberto Moldavsky en Todo Pasa y hablamos sobre la actualidad de Boca, la relación del comediante con su familia y amigos, la situación de Israel y su obra de teatro Salud, Moldavsky y amor.
«Viví 10 años en un kibutz. Me gustaba ese sistema. Se vivía una especie de clase media, sin lujos, pero no te faltaba nada», contó. «Descubrí, ahora que me va bien, que se puede ser feliz sin lujos».
«Haber vivido en el kibutz me sirvió para entender que me puedo dar los gustos que a mí me gustan, pero yo no era un tipo infeliz en el Once. No me encantaba mi trabajo, pero entendía lo de la guita porque había vivido sin, y me daba cuenta que no pasaba por ahí»
«La guita le hace creer a la gente que tiene razón en todo, que puede opinar de todo», sostuvo. «La guita es una moneda de cambio, no es un fin en sí mismo. Cuando pensás que es un fin en sí mismo, cagaste».
«Tengo una hermana que vive en Israel, cada vez que me ve en el teatro llora».
«Eial es mi principal socio en mi show, me ayuda a escribir los guiones. Entre los tres, con Galia también, nos mostramos los proyectos ajenos y opinamos», contó sobre la relación con sus hijos.