Soledad Villamil vino a Vuelta y Media a hablar sobre Las hijas, obra que protagoniza con Julieta Díaz y Pilar Gamboa que cuenta la historia de tres hermanas que se reúnen a hablar sobre la enfermedad de su madre, que padece Alzheimer.
«Cualquier trabajo actoral implica mucho vínculo, circulación, energía, así que se tienen en cuenta muchas variables para elegir qué obra hacer», contó la actriz.
Sobre ser una figura pública y los escándalos mediáticos, sostuvo: «Hay algo de valorar bastante la intimidad. Me gusta mucho mi trabajo, me convoca mucho actuar, el cine, el teatro, la música, me toman por completo, es lo que más me interesa».
«Uno de los momentos clave de mi carrera fue cuando estudiaba teatro y me llamaron para hacer tele. Hasta ese momento no me imaginaba para nada hacer tele y en ese momento estaba mal visto en el mundo del teatro. Me costó mucho».
«Sufría con los varones en el colegio, era re quedada», confesó entre risas.
Sobre la maternidad, afirmó: «Dejé de lado el ideal de madre perfecta. Entré muy exigente a la maternidad, de hecho fue toda una crisis para mí. Me lo tomé muy en serio, buscar todo perfecto, y como la vida no es así, me comí unos palos bastante grosos que me ayudaron mucho como persona. (…) La flexibilidad es casi lo único que importa».