Gabriel Rolón nos invita a reflexionar sobre lo imperdonable, lo perdonable y la posibilidad de dejar pasar el enojo. «¿Qué pasó y qué tengo que ver yo con lo que pasó? Si en vez del enojo inmediato, tratás de ver qué le pasa al otro, salís del egoísmo del yo», dijo en Perros de la Calle. «No somos tan importantes como para que la vida nos esté dedicada constantemente. Es maravilloso, ahí empezás a valorar para la gente que sí sos importante».
«A veces estamos tan centrados en nosotros mismos que todo nos parece una ofensa, todos nos parece dedicados a nosotros y no siempre es así».
«A veces hay que romper un vínculo aún amando», dijo. «Te di el poder para lastimarme y lo usaste».