«Tenemos que estar cerca para cuidarlos pero lejos para no asfixiarlos. Se nos cayó una letra y nos convertimos en PARES, lo cual es una mala noticia», analiza Alejandro Schujman, licenciado en Psicología, escritor y conferencista “Especialista en Vínculos “, a raíz del debate que generó la miniserie ADOLESCENCIA sobre la crianza. «Nos van marcando los chicos».
«Veníamos de una generación de padres de cejas levantadas. Ahora es una generación de padres amorosamente tibios», diagnosticó.
«Hay señales de alerta que los chicos dan».
«Los chicos necesitan amor propio (sin pasarse de rosca porque si no criamos un narcisista».
«Hay una sobrevaloración de la crianza respetuosa. (…) Perdámosle el miedo al enojo de los pibes».
«No maltratemos a los chicos dándoles todo lo que precisan».