El licenciado Gabriel Rólon nos recuerda la importancia y el valor de las palabras. Repasamos lo fácil que es escalar en una discusión, lo rápido que se puede arruinar un buen momento y quién es el que afloja en las relaciones. «El amor propio es como la sal: daña cuando falta y daña cuando sobra», remató.
Escuchá la parte 1 y la parte 2 de su columna en Perros de la Calle.