María O’Donnell entrevistó a Alberto Fernández a dos semanas del fin de su mandato: el encuentro con Milei, su vínculo con CFK, su enojo con Scioli, el perdón por la fiesta en Olivos en Cuarentena, el acuerdo con el FMI y más.
¿Qué se siente al final de un mandato? «Siento tristeza porque me hubiera gustado que uno de los propios me sucediera. Siento tranquilidad por haber trabajado con honestidad. Tengo la tranquilidad espiritual de haber puesto todo en los peores cuatro anos del siglo. No creo que sea el momento de cargar culpas sobre nadie. La cosa no funciono como debería haber funcionado la coalición, parecía que íbamos para lugares distintos».
¿Qué piensa de la inflación? «Vivimos en un país donde el precio del dólar determina mucho el valor de los bienes y servicios» (…) «La moneda de ahorro es el dólar». ¿Y de la dolarización? «La convertibilidad era un plan de contención para dos años cuando se convirtió en un plan económico fue un desastre».
¿Ve un parecido entre Milei y Menem? «En la lógica de Milei está la misma lógica que en el menemismo. Estoy de acuerdo con que hay que atacar el déficit fiscal, el problema es cómo. Van a ajustar todo lo que puedan» (…) «El déficit fiscal es un problema y hay que atacarlo, me hubiera encantado poder hacerlo».
Alberto Fernández reflexiona sobre la fiesta en Olivos a dos semanas del fin de su mandato: «Lamento enormemente la fiesta en Olivos». «Ese día debo haber visto no menos de 70 u 80 personas en Olivos porque Olivos era Casa Rosada». «Nunca reparé que eso no se podía hacer y no me lo perdono», concluyó.
¿Cómo es salir del poder? «Nunca estuve muy de acuerdo con las reelecciones», dice Alberto Fernández. «Tengo la íntima tranquilidad de haber puesto todo de mí».
Sobre la posibilidad de irse a España tras terminar el mandato, Alberto Fernández dijo: «Es posible que me tome unos meses para estar en España pero no estoy pensando en radicarme ahí».